Hay un jugador que la queda. Todos se sitúan alrededor de la pelota y después de contar hasta tres todos corren, excepto uno que la cogerá a la llamada del que la queda, que ha dicho su nombre o el equipo de fútbol elegido por él (también se juega con nombres de ciudades, países…).
Cuando coge la pelota (no antes) dice: “Stop” y los demás se quedan parados. El que tiene la pelota se la tira al que vea más cerca y, si le da y la pelota cae al suelo, este pasa a quedarla.