“PIES QUIETOS”
Pueden jugar todos los niños que quieran con una pelota.
Uno se la queda y tira la pelota al aire, cuando cae tiene que ir a cogerla rápidamente y en ese momento grita: “pies quietos”
El resto se para y el que la para tiene que darle con la pelota a un jugador que esté cerca. Para ello tiene que dar tres saltos y tirar desde el último. Si el otro la coje tiene vida pero si de lo contrario no lo hace estaría descalificado.
Es un juego en el que se practica la velocidad de reacción, el vocabulario y la destreza. Está pensado para un grupo de niños no muy escaso.